La vidriera es un eslabón esencial en el proceso de ventas. Los colores utilizados, la forma de disponer los artículos, la iluminación etc., motivarán ó no la entrada de los clientes y, en consecuencia, determinarán el incremento ó la disminución de las ventas. Hay que percibir que las vidrieras son mucho más que el acceso a un local comercial: se están convirtiendo en una de las más efectivas estrategias de marketing y la mejor manera de imponer una imagen de marca. Hay vidrieras sobrias, divertidas, sólidas, etéreas, folklóricas. Cada una tiene algo para contar en unos pocos metros cuadrados en los que se dispone de luz, color y alguna buena idea. Las empresas empezaron a advertir que es un gran error querer exhibir todo. Sobrecargar de mercadería las vidrieras es tan malo como que no haya relación entre la escenografía y lo que se vende. Se debe aprender a interpretar pautas comerciales para traducirlas a imágenes visuales. Se debe aplicar la psicología de venta aplicada a la exhibición. Se debe cuestionar el como llamar la atención y sorprender, el entender a la vidriera como una importante forma de aprobación visual. Se debe prestar especial atención a las estructuras de soporte: maniquíes, exhibidores, displays, etc., como así también a la señalética: gráficas y gigantografías, stickers y cartelería. La vidriera se presenta como una “caja escénica”. Allí en ese particular ámbito, se despliegan una serie de fenómenos mas ligados a la sensorialidad y a lo psicológico que a lo meramente fisiológico. El concepto fenoménico y significante invade decididamente toda la escena. Es allí donde el producto expuesto se puede observar en sus detalles para evaluarlo antes de decidir la compra, y donde el potencial cliente debe “sufrir” una irresistible seducción y posterior conquista. Dicen quienes las diseñan, que las vidrieras son las secretarias perfectas: comunican las 24 horas, aun cuando el local se encuentra cerrado. Y lo hacen cada vez más con un depurado lenguaje. Y cada vez con una mayor provocación. Porque la tendencia mundial de las vidrieras viene de la mano de un fuerte condimento escenográfico, concebidos como un valor agregado a los productos que se venden en el negocio. La vida moderna impone una velocidad cada vez mayor. La vidriera debe entender esto. Debe poder responder a la agitación que se produce desde una calle por el transeúnte que la recorre. Cuántas veces atravesando una calle, el peatón queda deslumbrado por un producto ó por un determinado artículo? En muchas oportunidades lo que en realidad seduce no es la mercadería, sino la forma en que están dispuestos los productos y la decoración e iluminación en su conjunto dentro del espacio vidriera. La vidriera contiene el concepto de marca. El vidrierista debe estar al tanto de como se construye una identidad de marca, como "vender una marca". El profesional debe estudiar y accionar con su diseño sobre la vidriera como soporte de comunicación de la marca, como herramienta de venta. Una buena vidriera posee una definición de target. Sabe a quien apunta concretamente. El “como” será la personalidad de la marca, el moldeado tridimensional será luego la bajada de una idea al espacio tangible dispuesto para la exposición de los productos. |
lunes, 30 de agosto de 2010
Información Sobre el Diseño de Vidriera y Local
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Este es mi otro blog, pasen los que quieran :)
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